viernes, 20 de mayo de 2011

Jonathan González - "En su día, achaqué el abandono del ciclismo a problemas de salud" (1º PARTE)

Esta entrevista esta publicada en dos, para ver la 2º parte de la entrevista, HACIENDO CLICK AQUÍ

1º PARTE DE LA ENTREVISTA

Entrevista

Hoy entrevistamos a Jonathan González Ríos, es un ex ciclista profesional, que dejo la bici hace 6 años. Nació en Lemona (Vizcaya) el 13 de febrero de 1981. Su paso a profesionales fue en el año 2002 con el equipo ONCE, donde permaneció hasta 2003. Siguió con su carrera deportiva en el equipo Costa de Almería-Paternina (2004) y Illes Balears-Caisse d'Epargne (2005). Como profesional consiguió dos triunfos, etapa a la Vuelta a Asturias y Vuelta a La Rioja. Finalmente decidió dejar la bici, donde achacó que dejaba la bici por problemas físicos.
En la entrevista nos cuenta su paso por profesionales y aclara por que decidió dejar la bici.


-Buenas Jonathan, ¿Qué tal nos encontramos con 30 años?
Pues, sinceramente, fenomenal. Con muchos planes de futuro a nivel personal, con un trabajo agradable, disfrutando del deporte...

-¿Cómo suele ser un día normal en la vida de Jonathan González?
Bueno, creo que como un día cualquiera de la mayoría de la gente. A la mañana marcho a trabajar (ejerzo de Ingeniero de Telecomunicaciones) y, a la tarde, aprovecho siempre que puedo para correr o andar en bici. Luego a descansar, cenar y a la cama. Tengo menos tiempo libre que cuando corría, aunque sí es verdad que ahora puedo aprovechar ese tiempo libre en hacer lo que quiera, cosa que antes era imposible...

-¿Recuerdas cómo fueron tus comienzos en el ciclismo?
Empecé a los 13 años, creo, saliendo con un grupo de cicloturistas de Zamudio, el pueblo en el que me crié. Hacíamos recorridos sencillitos y no se me daba mal. Poco a poco me fui animando y me decidí a competir. Mi primer año de competición fue 1996, como cadete de primer año. Tuve la suerte de ganar dos carreras, pero ni se me pasaba por la cabeza ser profesional en el futuro...

-¿Por qué eliges el ciclismo y no otro deporte?
Buena pregunta. Realmente no lo sé. Además, lo curioso es que hasta antes de empezar a andar en bici no me gustaba nada el deporte. En particular, siempre tuve claro que no quería saber nada de fútbol ni deportes parecidos. Era bastante malillo. Al final, resultó que los comienzos en la bici como hobby se convirtieron en algo más.

-¿Cuál fue tu peor día encima de la bicicleta?
He tenido dos muy parecidos. Una etapa de la Vuelta a Valencia 2004 y otra de la París Niza 2005. En ambas me quedé casi de salida y la sensación de impotencia fue tremenda.

-¿Y el mejor?
Sin duda, la primera victoria como profesional en la Vuelta a La Rioja, en Valdezcaray. Aquello supuso el final de una mala racha y la confirmación de que valía para el ciclismo.

-¿Para qué corredor has trabajado que más te ha impresionado?
Creo que Alejandro Valverde. Le he visto hacer cosas increíbles, y la "facilidad" con la que ganaba muchas veces era sorprendente.

-¿Cuáles son los mejores recuerdos que guardas como ciclista?
Aunque parezca mentira, los mejores recuerdos no los tengo de profesional, sino de juvenil. Por entonces, todavía tenía la ilusión intacta, y podía tomarme el ciclismo como un hobby y no como una obligación. Además, los mejores amigos que tengo los hice en esos años, y al final son esas las cosas que le quedan a uno dentro.

-Tu mejor anécdota que recuerdes sobre la bici.
No es exactamente encima de la bici, pero creo que vale. El segundo año en ONCE, en una serie de carreras en Italia, estábamos en un pueblecito cerca de Pisa. Todos los auxiliares del equipo se iban a cenar al lado de la famosa torre y los corredores, un tanto picados, decidimos ir también a comer algo fuera… El problema es que teníamos la cena de equipo en el hotel, obligatoria, así que acordamos comer en ella sólo un poquito para ir a una pizzería cercana en cuanto se fueran los auxiliares. Así lo hicimos, y entre todos (estábamos entre otros Rene Andrle, David Arroyo, Caruso, …) pedimos una pizza para nueve. Pues bien, cuál sería nuestra sorpresa cuando nos vimos que nos sacaban 9 pizzas que, por supuesto, nos tuvimos que comer. Además, algún compañero le dio bastante a la cerveza, y otros a los helados… En fin, una noche bastante divertida y de bastante mala digestión.

-Con tan solo 20 años llegó al campo profesional, en 2002 con el equipo Once-Eroski, ¿Te acuerdas el día que te comunicaron tu paso a profesionales?
Sí, más o menos. Me llamó mi representante de aquel entonces, Antonio Vaquerizas, y me dijo que había llegado a un acuerdo con Manolo Sáiz. Para mí fue un sueño hecho realidad: correr en el que entonces era el mejor equipo del mundo...

-¿Qué le pasa a un joven de 20 años por la cabeza cuando firma su primer contrato como profesional?
En mi caso nada especial. Siempre he sido muy sereno, y lo veía como un paso más a partir del cual me encontraría con un nuevo reto. Está claro que la alegría fue tremenda, pero siempre mantuve los pies en el suelo. Es más, aun sabiendo que iba a ser profesional decidí seguir estudiando la carrera en la universidad, por lo que pudiera pasar... Al final, parece que no fue una mala decisión.

-De tus años de profesional, ¿con que te quedarías?
Principalmente, con algunos compañeros de los que guardo un grato recuerdo (en especial, Mikel Zarrabeitia, que fue como mi padre los dos años que coincidí con él), y también con los lugares que he podido conocer gracias al ciclismo. Aunque no podía disfrutarlos como a mí me hubiese gustado, al menos tenía la oportunidad de viajar y ver sitios nuevos, algo que todavía hoy me encanta.

Por lo demás..., como te he dicho antes, me quedo con la etapa de juveniles. Sinceramente, no guardo un recuerdo bueno del mundo de profesionales. Mucha hipocresía por todas partes…

-¿Te costó adaptarte a la máxima categoría?
Realmente, creo que en ningún momento me llegue a adaptar... Me explico. El primer año, en ONCE, estuve parado hasta agosto por una lesión de rodilla, que se reprodujo el segundo año. El tercer año, en Paternina, parecía que todo iba a mejor hasta que un camión me atropelló y me impidió correr la Vuelta a España, carrera que para mí habría sido clave en caso de haber participado. Y ya el último año, aunque hice carreras buenas, dejé de correr a mediados de temporada. Así que, en total, los días de competición que sumé no llegarían a los que puede hacer algún corredor en una sola temporada...

-¿Qué pasó para no ser renovado por Manolo Saiz?
Fueron una serie de circunstancias y malentendidos las que llevaron a mi no renovación por ONCE. En aquel momento, surgió una posibilidad que para mí era más atractiva, el equipo Stayer al que iba a ir Joseba Beloki. Me ofrecían una mejora sustancial en el contrato y en las oportunidades, así que me pareció lo mejor. Lo que pasa es que se dieron unas circunstancias muy extrañas, con corredores firmando con Manolo a la vez que unos cuantos estábamos pendientes de firmar con Stayer. Desgraciadamente, al final no salió el nuevo proyecto y terminé recalando en Paternina, aunque ya en plena temporada, en el mes de febrero. La verdad es que fue un invierno durísimo.

-¿Piensa que Manolo Saiz te tenía que a ver dado más confianza, ya que eras todavía joven y necesitabas acoplarte a la máxima categoría?
Creo que mi relación con Manolo nunca fue lo fluida que me hubiera gustado.
Por una parte, creo que él perdió algo de confianza en mí por la larga temporada que estuve parado por una lesión de rodilla, aunque sí le tengo que dar las gracias porque puso todos los medios posibles para curarla.

Pero, además, creo que no terminó de gustarle mi forma de ser. Yo soy una persona bastante reservada que necesita su tiempo para abrirse y coger confianza con la gente. No soy de ir haciendo bromas, y muchas veces me gusta sentarme un rato solo a pensar, lejos del bullicio. Así que, según el concepto de equipo que Manolo manejaba, esta forma de ser no encajaba. Incluso hubo miembros del equipo que me lo dijeron. Pero creo que hay que respetar a cada persona, darle su tiempo y dejarla ser como es. Además, en todo esto influyó que los días que pude estar con mis compañeros fueron muy escasos debido a la ya comentada lesión de rodilla, y por tanto no pude compartir tantos ratos juntos como me hubiera gustado.

-Tu mejor temporada como ciclista profesional fue en 2004, en el equipo Costa de Almeria-Paternina, ¿Qué fue lo que cambio para rendir a un gran nivel?
Realmente no cambió nada. Simplemente tuve la oportunidad de tener un poco de continuidad en los entrenamientos, sin problemas ni lesiones. Eso, y la posibilidad de correr de forma más libre, sin depender de grandes figuras.

-En tu palmarés aparecen dos victorias, ¿Cuál es la que más recuerdos te trae?
Como victoria emotiva, la primera (Valdezcaray). Pero como victoria importante, la de la Vuelta a Asturias en el Acebo. Además del prestigio de esa cima (los nombres que aparecen como ganadores en ella son muy destacados), significaba para mí la confirmación de que la primera victoria no había sido casualidad, y de que podría tener un buen futuro como ciclista.

-Después de realizar una gran temporada con el equipo Costa de Almería-Paternina, llegaba tu gran oportunidad y fichabas por un proyecto grande como es Illes Balears-Caisse d'Epargne, ¿Con que mentalidad afrontabas la temporada?
Con la mentalidad de seguir progresando y destacando, siendo consciente de que tendría menos oportunidades al tener que dedicarme también a trabajar para los líderes, pero con la firme intención de aprovecharlas al máximo. Y sabiendo también que ese era el año decisivo para decidir mi futuro.

-En 2005 fichas por Illes Balears-Caisse d'Epargne, donde las lesiones no te dejan rendir y tienes que dejar el ciclismo profesional, ¿Cuando supiste que tu carrera deportiva acababa?
La verdad es que ese fue el año de cara o cruz, de ser capaz de asentarme definitivamente en el ciclismo profesional o de dejarlo y seguir estudiando. Tenía muy claro que con 24 años era el momento de tomar la decisión. No quería seguir en el ciclismo ganando lo justo, acabar con treinta y pico años y luego no saber qué hacer, porque lo que estaba claro es que con 30 años sería muy difícil retomar la carrera.

Además, estaba bastante dolido por circunstancias que se dieron en el invierno anterior, que estuvieron a punto de echar por tierra el fichaje. Principalmente, comentarios malintencionados que me hicieron muchísimo daño, y que llegaron a oídos de los responsables de Illes-Balears, quienes estuvieron en un tris de no contratarme. Pocas veces lo he contado, pero me llegó la noticia de que alguien decía que, si el año anterior no había corrido la Vuelta a España, no había sido por causa de un atropello, sino de un supuesto positivo... También se decía que daba mala imagen que estuviera un rato con mis padres durante las carreras, cuando iban a verme... En fin, una serie de tonterías que hicieron más firme mi idea de tomarme ese año como clave.

Así que la decisión final llegó después de la carrera de Getxo de 2005. En esa carrera no anduve nada bien, de hecho, no la acabé. Cuando llegué al autobús del equipo un auxiliar me dijo, literalmente, que "no se podía andar tan poco". Después de las decepciones anteriores y de la gran cantidad de cosas que había visto y que no me gustaban de ese ciclismo, aquello fue la gota que colmó el vaso.

En su día, achaqué el abandono del ciclismo a problemas de salud. Siempre me he caracterizado por ser un tanto irregular (he combinado días buenísimos con otros penosos, de no acabar las carreras). Cualquiera que me conozca desde cadetes sabe que era así. El problema es que en profesionales esas irregularidades, por una parte, te limitan las posibilidades en determinadas carreras, y por otra, y al menos en mi caso, dan lugar a muchas habladurías. Sin ir más lejos, ya en juveniles se me achacaba un falso positivo. Y más tarde, en el momento de conocerse mi fichaje por ONCE, alguien (y nunca he llegado a saber quién) llamó a Manolo Saiz diciéndole, de nuevo, que yo tenía un positivo en aficionados... En fin, volviendo al tema, que ese último año traté de buscar respuesta a esas irregularidades, sin éxito. Fue lo más fácil culpar de mi marcha del ciclismo a problemas de salud, y me evitaba así explicaciones incómodas, pero ahora, después de seis años, creo que ya lo he dejado reposar bastante como para contarlo.

-Antes de tener que dejar la bici, ¿tenias idea a lo que te ibas a dedicar?
Sí, por supuesto. Como ya he comentado, había empezado la carrera de Ingeniería de Telecomunicación. Era, digamos, mi seguro.

Continuara...

(Para ver la 2º parte de la entrevista, HACIENDO CLICK AQUI)

Muchas Gracias Jonathan
Fotos cedidas por Jonathan Gonzalez